Caraota Digital prescribe un mapa parcial sobre la realidad farmacéutica de Venezuela. El informe preliminar de la Federación Farmacéutica Venezolana, Fefarven, revela que de los 4 mil 300 expendios independientes de medicamentos en el país, 56 han cerrado sus puertas desde el segundo semestre de 2016. Es una data parcial que por ahora solo abarca 8 entidades.
Ciertamente, en paralelo a las manifestaciones que sacuden al país desde hace dos meses, en Venezuela se produce otra protesta. Esta vez, relacionada con la salud. No tiene tanto ruido como las marchas en la autopista Francisco Fajardo, pero las consecuencias son igual de letales.
Millones de personas se ven afectadas por la escasez de medicamentos. Mientras tanto, las redes sociales siguen siendo el eco desesperado de quienes necesitan los insumos para continuar una vida digna.
Freddy Ceballos, presidente de Fefarven admite que hay 85% de escasez de medicamentos
En representación de 11 mil agremiados del sector, Ceballos dice que se ha llegado al momento más crítico de escasez: “No podemos estar peor de lo que ya estamos”.
Esta proporción aumenta –hasta 90%, según algunas ONG´s mencionadas por el directivo– cuando se trata de aquellos medicamentos de alto costo para patologías como el cáncer, la hemofilia o los requeridos por la población trasplantada de riñón.
“Estamos enfrentando algo muy grave y el gobierno no ha canalizado la ayuda humanitaria”, resiente el primero de los farmaceutas del país: “Lo que ha ocurrido es que se ha dolarizado el precio de los medicamentos”.
Fefarven ha precisado en diferentes comunicados su inquietud en cuanto a la imposibilidad del sector farmacia de adquirir remedios y alimentos con dólares preferenciales: “La consecuencia es que los pacientes no pueden comprarlos por los costos elevados. La actitud del gobierno es como decir `Sálvese quien pueda´”.
“Mi próstata creció tan grande como la inflación de Venezuela”
En Venezuela nadie ha quedado ileso ante la escasez de medicamentos. Desde el ciudadano común hasta las personalidades mediáticas han recurrido a las redes sociales para obtener sus remedios.
Recientemente, las plataformas digitales expandieron el requerimiento del maestro del humor Cayito Aponte para su tratamiento contra la arritmia. Su solicitud incluía un tipo de ansiolíticos.
Cayito Aponte recibió apoyo a través de las redes sociales para sus medicamentos contra la arritmia
“Realmente estoy atacando varios frentes”, aclara el artista para Caraota Digital: “Yo llevo un tratamiento continuo para mi cardiopatía. Tengo cuatro stents en el corazón y eso se ha unido con los males en la próstata que también está difícil conseguir medicamentos. Mi próstata creció tan grande como la inflación del país”.
Aunque convaleciente, no deja su humor a un lado. Aponte fue diagnosticado con un crecimiento desproporcionado de su glándula, lo cual ameritó una inmediata intervención: “No me operaron, solo me la redujeron”, especifica mientras guarda el reposo exigido y resiste las dolencias.
Con su trayectoria, que incluye su personificación del ex presidente Carlos Andrés Pérez en Radio Rochela, Cayito Aponte se hizo parte entrañable del país. Hasta el presente.
“Tuve ayuda de gente de todas partes de Venezuela, de los sitios que menos pensaba, de Puerto Cumarebo, El Callao, Puerto Ordaz, Cumaná. La sentí como una verdadera expresión de cariño. Ese es el venezolano, siempre dado a la ayuda. Esa es nuestra gente”.
Además de Trangorex para su cardiopatía, obtuvo el apoyo del país para sus requerimientos de ansiolíticos y anticoagulantes: “Me tiene apabullado la respuesta del venezolano”.
Venezuela tiene 5 mil 377 farmacias, pero…
“Es difícil establecer una lista de lo que más hace falta en las estanterías de los expendios”, opina Ceballos: “Tampoco podemos hablar de las demandas de los pacientes, porque en realidad falta todo. Medicamentos contra la hipertensión, antibióticos, gotas para la hipertensión ocular, tratamientos para la diabetes y la próstata. No hay reactivos para hacer pruebas de laboratorio y en consecuencia tienes comprometido tanto el diagnóstico como el tratamiento”.
El titular de Fefarven admite que en las protestas contra el gobierno ha habido bajas humanas lamentables. Pero, al menos, según él, han podido oficializarse. No ha ocurrido lo mismo con las muertes, casi anónimas, causadas por la falta de tratamientos.
Ceballos llama la atención de los profesionales médicos para que asuman el compromiso de documentar la causa real de los decesos. La gente no está muriendo por las patologías sino porque no hay remedios para atender dichas patologías: “Esas especificaciones no podemos hacerla los farmacéuticos sino los médicos”.
Ante la situación de desabastecimiento, el gremialista se pregunta: “¿Cómo podemos decir algo bueno de quien controla la política de salud en Venezuela? Cada día la situación es peor. El nivel de fallas ha aumentado desde finales de 2012. En el año 2015 era de 15% y ya era una cifra alarmante. En 2017 es de 85%”.
Mientras tanto, los afectados buscan paliativos no siempre acertados: “La gente no se está tomando los tratamientos completos. Recurren al esquema de un día sí y un día no. Eso es negativo, porque no cubres la exigencia que requieres. Las medicinas tienen prescripciones específicas para que puedan funcionar”.
En Venezuela, según Fefarven, existen hasta 5 mil 377 farmacias, de los cuales 4 mil 300 son independientes del Estado. Sin embargo, en los últimos 12 meses muchas han cerrado sus puertas. El organismo gremial levanta el informe para actualizar esta cifra. En 8 estados del país, 56 establecimientos han bajado la santamaría. En las próximas semanas dará a conocer la realidad del resto del país.
Fefarven adelantó un informe en el cual solo ha incluido, por ahora, 8 entidades
Datos internacionales, manejados por Fefarven, indican que en países como España la proporción de farmacias es de 1 establecimiento por cada 2 mil habitantes. En América Latina es la misma cantidad pero por cada 3 mil habitantes. En Venezuela, la relación es por cada 7 mil habitantes.
“Con esta realidad acabas con la disponibilidad. Ya no tienes medicamentos en tu cuadra.
Llegará un momento que tendrás que ir a los centros comerciales para comprar productos porque las farmacias de los barrios y caseríos son las primeras que quiebran”.
Protestan 3 mil 500 trasplantados de riñón
Julio Gutiérrez, comunicador social del diario Panorama, pertenece al grupo de trasplantados afectado por la falla de suministro de medicamentos.
Explica que una vez recibido un trasplante, se produce en el cuerpo humano una suerte de guerra entre las células propias y las del órgano adquirido. “De manera que tenemos que tomar un inmunosupresor para la funcionalidad del riñón”.
Los pacientes trasplantados de riñón tampoco obtienen respuestas positivas para su tratamiento
Se calcula que en Venezuela existen hasta 3 mil 500 personas que han recibido trasplantes. En el Zulia, 500. Gutiérrez es solo un caso en la región petrolera: “Pero todos en el país estamos en la misma situación porque dependemos del Seguro Social. Son medicamentos de alto costo que no están en ninguna farmacia”.
Se suma a este drama que el presidente del país Nicolás Maduro no ha honrado compromisos monetarios con las farmacéuticas internacionales. Esto según Codevida, coalición de organizaciones no gubernamentales a favor de la salud. Se habla de una deuda de hasta 4 mil millones de dólares.
Julio Gutiérrez, quien recibió un riñón de una de sus hermanas, cuenta que el Seguro Social llevaba un suministro regular del inmunosupresor. ¿Qué pasó entonces para que la situación cambiara?
“Desde agosto de 2016 el gobierno no compra medicamentos”, indica el experimentado comunicador: “Están estirando lo poquito que queda. Nos proveen de manera intermitente. Si tienes que tomarte 100 pastillas te dan solo 80”.
Advierte que un tratamiento a medio camino conlleva el riesgo de hacer que el riñón quede imposibilitado en sus funciones. Con varias implicaciones. Muchos recibieron órganos de seres, familiares o amigos, que estaban sanos. De manera que ese sacrificio quedaría en vano.
“Pero, además, habría que volver a la máquina de diálisis varias veces por semana”, resiente Gutiérrez: “Y el país tampoco tiene los insumos”.
A este paciente le llama la atención que, mientras el gobierno dice no contar con dinero para la adquisición de medicamentos, invierta en la represión de los manifestantes del país y en el financiamiento de un cambio constitucional.
Julio Gutiérrez tuvo la suerte de recibir desde Tenerife una donación de 60 cápsulas del inmunosupresor Tracolimus, cuyo costo, calculado a precio paralelo, fue de 73 euros, equivalentes a 496 mil 400 bolívares. En su caso, la dosis diaria es de 6 pastillas, es decir. El envío desde España le alcanzan para 10 días. La exigencia médica lo obliga a un consumo diario, de por vida.
