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Enclaves naturales – Ayuntamiento de Corella

Enclaves naturales

Estanca

En la antigüedad su nombre era “La Hoya de Mostaz”, es la más grande de las balsas utilizadas para el regadío de las explotaciones agrarias de la zona. Constituye un paraje natural de gran interés con diferentes especies de de flora como son olmos, álamos, chopos, acacias, tamarices, pinos blancos y eucaliptos entre otros, así como una fauna de gran riqueza constituida por mamíferos como zorros, ardillas, nutrias, garduñas, jinetas, erizos y muchos más, aves como garzas reales, garzas imperiales, somormujos lavancos, fochas, ánades reales y oropéndolas entre otros, además de peces como carpas, lucios y percas principalmente además de diferentes especies de reptiles, anfibios e insectos. Todo esto constituye un entorno propicio para todos aquellos que quieran practicar deportes relacionados como la pesca, correr o aprovechar el circuito de entrenamiento, o simplemente dar un paseo y disfrutar de este paraje.

Estanquilla

Es la segunda balsa más grande de la localidad, y aunque no presente en apariencia tanta biodiversidad como “La Estanca” tiene su atractivo particular al ser un entorno más arcilloso y rodeado de una masa de pinos blancos y tamarices en las orillas de la balsa, lo que hace que podamos encontrar otro tipo de ecosistema más mediterráneo. En ella podemos observar aves como ánades reales, fochas, torcazos, azores y abubillas entre otros, peces como carpas y lucios principalmente, así como otras especies de anfibios y reptiles.

Las encinas milenarias

Se encuentran localizadas en el paraje de “La Dehesilla” y fueron declaras en el año 1991 Monumento Natural Nº4 de Navarra debido a su carácter excepcional, su edad y su valor ecológico. Son árboles de gran porte y constituyen un vestigio de los antiguos carrascales que cubrían el sur de Navarra en la antigüedad.

La ruta para llegar a las encinas comienza en la Plaza de los Fueros, para salir al Crucero, un reconocido punto de encuentro para la población corellana en el cruce, prácticamente simétrico, entre las calles Miguel Escudero y Pascual Pérez Oñate. Seguimos de frente hacia el Convento de las Carmelitas Descalzas (s. XVII) y posteriormente por la calle Milagrosa dirección al cementerio. Pasado el cementerio, giramos a la izquierda hacia la Estanca, la cual se bordeará, dejándola en la 18 3 parte izquierda. Llegado a un cruce de tres caminos, se coge el de enfrente, atravesando por arriba la AP-68. Pasada la autopista, continuamos de frente en los tres siguientes cruces con caminos laterales y en el cuarto giramos a la derecha, seguidamente a unos metros, a la izquierda. Se continuará este camino, hasta cruzar el río Alhama.
Posteriormente, a la altura de una balsa de agua, giramos a la derecha hasta llegar a una nueva balsa para girar nuevamente a la derecha. A pocos metros pueden
divisarse las encinas (42° 8’18.83”N – 1°44’52.17”O), existiendo en el lugar un panel explicativo al respecto. De aquí podría volverse a Corella utilizando parcialmente la antigua Calzada Romana y contemplar el enclave del antiguo poblado y castillo medieval de Araciel.

Vega del Río Alhama

A lo largo de todo el Río Alhama a su paso por Corella, nos encontramos que viene acompañado de un bosque de ribera constituido principalmente por sauces blancos, olmos, álamos y alisos, esto crea un ecosistema propicio para que prosperen especies como nutrias, visón europeo, garduñas, jinetas, gatos monteses, turones, zorros, tejones, jabalíes y corzos entre otros, además de muchas especies de aves como águila real, aguililla calzada, milanos, azores, ratoneros, búhos reales, garzas, martines pescadores y otras muchas de gran interés. En la misma vega del río nos encontramos el observatorio de cigüeñas, donde gracias a la instalación de infraestructuras de apoyo para la nidificación de esta especie, se ha conseguido asentar una colonia de mas de 200 individuos que constituye un espectáculo para todos aquellos interesados en la naturaleza.

Ruta Saludable y Cultural del Alhama

Ruta arqueológica

Esta vía fue construida en el siglo I d.c. para unir el Mediterráneo con el norte y supuso una de las rutas comerciales más importantes en la zona. Todo el recorrido se encuentra señalizado y con paneles explicativos, a su paso podemos encontrar dos yacimientos arqueológicos, el de “el despoblado de Araciel” que aunque también procede de un asentamiento romano previo, resulta más representativo por su historia medieval, y el yacimiento de “La Torrecilla” que está constituido por restos de una necrópolis y edificaciones romanas.