Día Mundial de la Cruz Roja: Hacia una verdadera universalidad

  (Un mensaje de los presidentes de la Federación Internacional y del Comité Internacional de la Cruz Roja)  

Celebramos, hoy, el primer Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de este siglo, fecha elegida por ser el cumpleaños de uno de nuestros fundadores, Henry Dunant. Hemos recorrido un largo camino desde Solferino. La existencia de Sociedades Nacionales en 176 países es un notorio logro, fruto de una idea forjada en la desolación del campo de batalla, que desde entonces ha aportado asistencia y esperanza a millones de personas.

La exitosa XXVII Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja puso el broche de oro al siglo XX. Contraímos compromisos: individualmente, gracias a nuestras promesas y juntos mediante la Declaración y el Plan de Acción . Hemos de aprovechar esta oportunidad para recordarnos a nosotros mismos la necesidad de cumplir esos compromisos.

Asimismo, la Conferencia aprobó una resolución sobre los emblemas, a fin de resolver dos problemas. La falta de respeto de la neutralidad de los emblemas existentes en ciertos conflictos, y la exclusión de algunas Sociedades para las que supone un problema emplear la cruz roja y la media luna roja.

En la resolución se propugna una solución rápida y global, aceptable para todos. Hemos actuado con rapidez. Un grupo de trabajo mixto integrado por representantes de los Estados y del Movimiento ya se ha reunido llegando a un amplio consenso sobre lo que es menester hacer: un emblema adicional instituido mediante un nuevo Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra. Para ello, la Comisión Permanente considerará en los próximos días la conveniencia de celebrar una conferencia diplomática de Estados, el mes de octubre, seguida de una Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en noviembre.

La solución prevista por el grupo de trabajo mixto, establecido por la Comisión Permanente, consiste en adoptar un nuevo emblema protector en situaciones en las que, por la percepción local, resulta difícil utilizar la cruz roja y la media luna roja. Afortunadamente, en la mayoría de los países, no se pone en tela de juicio la índole neutral de nuestros emblemas. Así pues, las respectivas Sociedades Nacionales continuarán empleando la cruz roja y la media luna roja. La nueva propuesta se aplicaría a aquellas situaciones que planteasen problema.

Un nuevo emblema solucionará asimismo una serie de cuestiones relacionadas con las condiciones para ser miembro. Algunas Sociedades Nacionales, en particular en Israel y Kazajistán, no han podido utilizar los emblemas actualmente definidos en los Convenios de Ginebra y en los Estatutos. Es posible que en el futuro haya otras Sociedades que tengan el mismo problema, hecho que pone en peligro nuestro principio de universalidad. Es hora de darle una solución. El emblema adicional es una solución justa y legal, fundamentada en las consideraciones de todo el Movimiento. Nos permitirá completar nuestra red mundial incluyendo a todas aquellas Sociedades Nacionales que cumplen los demás requisitos para ser miembros.

Todavía quedan por resolver muchos pormenores relacionados con el emblema adicional, pero estamos convencidos de que hemos dado con una vía que atempera a todo el Movimiento. Tenemos la oportunidad de hacer que el Movimiento sea realmente universal y de gar antizar que los emblemas sigan prestando protección y salvando vidas. Son ambas aspiraciones que nos han guiado en el pasado y que nosotros, la Cruz Roja y la Media Luna Roja de hoy, hemos de reconocer y apoyar plenamente.