La principal novedad del Plan de Ampliación es este novedoso sistema de transporte llamado Metrobús, que funciona en varios países de Latinoamérica, en Francia o Estados Unidos. Para los que apuestan por él se trata de un sistema entre el metro y el autobús, ecológico (funciona con gas), silencioso (supongo que se refieren a que no tiene la campanita que a algunos usuarios del Metro Ligero les molesta), rápido (circula por plataforma reservada), seguro (la plataforma está vallada) y versátil. Pero para sus detractores se trata de un simple autobús, que lleva la palabra metro para ganar votos de una forma económica (el coste por quilómetro es casi la cuarta parte).

Pero vamos a ver con más detenimiento qué es el Metrobús:

El día 3 de mayo por fin llegó el suburbano a la monstruosa terminal T-4 del Aeropuerto de Barajas de Madrid, prolongando la línea 8 hasta conectar con Barajas Pueblo y, a su vez, unir las terminales T1, T2 y T3 en menos de tres minutos. Esta línea sitúa al turista y usuario a escasos veinte minutos del centro financiero de la capital española, Nuevos Ministerios, convirtiendo a la Red en una de las más rápidas en el transporte de viajeros desde el aeropuerto al corazón de la ciudad.

La prolongación ha supuesto la construcción de 2,5 nuevos km, con una inversión de unos 58,5 millones de euros. Las obras las han llevado a cabo dos empresas privadas, que tendrán la explotación de la línea durante veinte años. Por ese motivo, la Comunidad de Madrid y el Consorcio de Transportes de Madrid han decidido crear un suplemento adicional al billete sencillo (1 €) y al Metrobús de 10 viajes (6,40 €) para llegar al aeropuerto (cualquiera de las terminales), a pesar de hallarse las dos estaciones de metro en la zona A. Quedan exentos de este suplemento, que compensará la inversión hecha, los titulares del Abono Transportes y los trabajadores del Aeropuerto. No ha quedado claro todavía qué ocurrirá con los habitantes de Barajas, rodeados de terminales por doquier, si quieren llegar al centro o a otra zona de la red de metro, puesto que tienen que atravesar obligatoriamente la T1 T2 T3. A pesar de los tremendos y ensordecedores ruidos que tienen que soportar a cada momento, se alegrarán de esta nueva inauguración.

Desde el pasado día 21 de abril, los distritos de Villaverde y Usera cuentan por fin con acceso al metro de Madrid, reclamado desde hace unos cuarenta años por sus vecinos (forman parte de la capital española desde 1954). De nuevo, la inauguración corrió a cargo de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, en turno de mañana, mientras que la apertura del servicio público comenzó a las 15 horas, con la salida del primer tren desde Legazpi, puntual, hasta la última de las nuevas siete estaciones, Villaverde Alto, en correspondencia con Cercanías RENFE (C4 y C5).

La inauguración del nuevo tramo (de 8,7 km) se vivió con gran expectación, sobre todo por parte de los usuarios de estos barrios del sur, únicos distritos de la ciudad que todavía no contaban con el suburbano, más aún si se tiene en cuenta la población estimada a la que se acerca la red de metro: unos 160.000 usuarios, según se dice en el comunicado de prensa de la CAM. Se han empleado unos 620 millones de euros que concluyen, por el momento, las obras de ampliación y mejora de la línea 3, desde la nueva cabecera Villaverde Alto hasta los andenes de Moncloa.

La línea beneficia así, bajo la avénida de Córdoba y Andalucía, a los barrios de Almendrales, Las Carolinas, Orcasitas, Orcasur, San Fermín, El Espinillo, Ciudad de los Ángeles, San Cristóbal y Villaverde Alto, además de al Hospital Doce de Octubre. No obstante, polémica ha sido la asignación y denominación de los nombres que han recibido las estaciones, puesto que algunos de ellos se han cambiado a última hora, y eso se ha notado en la cartelería, oculta por las nuevas correcciones. Las estaciones correctas son, de norte a sur: Almendrales, Hospital Doce de Octubre, San Fermín-Orcasur, Ciudad de los Ángeles, Villaverde Bajo-Cruce, San Cristóbal y Villaverde Alto. Pero en un principio la denominación oficial era: Almendrales, Hospital 12 de Octubre, San Fermín, Ciudad de los Ángeles, Cruce de Villaverde, San Cristóbal y Villaverde Alto. No se sabe bien el porqué del repentino cambio onomástico, pero sí es cierto que en el resto de la línea se podían todavía leer los nombres primarios, así como en el templete contiguo al Hospital, que todavía mantenía el numeral 12, bajo el que se encuentra el nombre de "Doce de Octubre". El de San Fermín quizá se ha ampliado por cuestiones representativas de la barriada, aunque no ocurriría lo mismo en el caso de El Espinillo, que no aparece junto al nombre de Ciudad de los Ángeles. Sin embargo, lo más llamativo es la ausencia del acento en toda la cartelería de la estación "Ciudad de los Angeles", cuando sí lleva este signo "San Fermín" y "San Cristóbal", junto con el dichoso nombre de "Villaverde Bajo" y su "Cruce", siendo así que junto a "Villaverde Bajo-Cruce" y "Villaverde Bajo Cruce" (los dos se alternan en las estaciones y carteles), se hayan manejado los de "Cruce de Villaverde" y "Cruce de Villaverde Bajo". Y todo esto sumado a la polémica durante meses de si sería necesario hacer transbordo intralineal en "Almendrales". Aunque todo parecía indicar esa infausta noticia, era de sentido común no ejecutar tal idea, pues ayer mismo, sábado, los metrófilos de Andén 1 pudimos comprobar en todo momento que el trayecto no solo debe ser de principio a fin (Villaverde Alto-Moncloa), sino también que el servicio ha de ser impecable y rápido debido a la gran demanda existente.

De este modo, la línea que se inauguró en 1936-39 con el tramo Sol-Embajadores, ha pasado a ser, con sus nuevas y modernas dieciocho estaciones (aunque a veces de andén algo estrecho e insípidas de estilo), el eje principal de Madrid junto con la línea 10 (las dos con mayor tráfico diario con la Circular). Ahora, en el fin de semana solo les queda celebrarlo a lo grande, y para ello han contado con la actuación de Isabel Pantoja y una paellada gigante. A partir del lunes se verá finalmente si la querida línea de oro, la que brilla bajo el fulgor de Sol, supera la prueba de fuego. Se estima que serán 30 minutos el viaje entre Villaverde Alto y Sol, sumando otros diez hasta Moncloa. Y el usuario espera un buen servicio, tarea pendiente en muchos momentos del día para la Consejería de Transportes. Aun así, tantos años de espera han merecido la pena. Ahora, la próxima ampliación: a Cuatro Caminos desde Moncloa, y hacia El Casar y Perales del Río (Getafe) por el sur. La correspondencia con RENFE es necesaria para descongestionar la reducida frecuencia de la línea Aranjuez-Madrid (C3), así como para que el MetroSur se equilibre del lado Este, pues apenas pende de un hilo (línea 10), un hilo que en mayo será todo un cordón abarrotado más si cabe por la apertura del Metro Ligero (ML 2 y 3) con enlace en Colonia Jardín. Esperemos, al menos, otros cuatro años más.