Clelia
Según la tradición latina, Clelia (en latín Cloelia) fue una de las más reconocidas heroínas de Roma durante la República.
Contexto
[editar]Después de la proclamación de la República romana, en el 509 a. C., y la expulsión de los Tarquinios de Roma, éstos se refugiaron con el rey etrusco Lars Porsena, y lo convencieron de que combatieran juntos para restablecerse ellos en el trono.[1][2][3] Al principio, la guerra puso en ventaja a Porsena, que tomó el Janículo,[4][5] pero luego se transformó en un asedio interminable.[6][7] Sin embargo, gracias al éxito de Mucio Escévola,[8][9][10] que siguió al de Horacio Cocles,[11][12] Porsena decidió emprender negociaciones con los romanos.[13] Se llegó al acuerdo de que los romanos entregaran rehenes a cambio de que se levantase el asedio.[14][15][10]
La leyenda
[editar]Porsena exigió que entre los rehenes figurasen cien vírgenes romanas. Cuando se aceptó el tratado y Porsena se dispuso a llevarse a las prisioneras y a retirar su ejército, una de las mujeres, llamada Clelia, escapó del grupo y cruzó a nado el río Tíber[16][17] y entró después en la urbe. Porsena, indignado, mandó un ultimátum a Roma para que entregase a la virgen. Ante el temor de un nuevo asedio, el cónsul volvió a capitular y entregó a Clelia a manos de Porsena.[17][18] Éste, lejos de matarla o castigarla, la mantuvo en su palacio, una vez retirado el sitio, con todas las comodidades y atenciones y, según algunos escritos, llegó a casarse con ella, admirando su valentía y amor por su patria. Además, liberó al resto de las prisioneras para que retornaran a sus casas. Por su parte, Roma agradeció los esfuerzos de Clelia y, en su recuerdo, erigió una estatua ecuestre de bronce en la Vía Máxima.
La verdadera Clelia
[editar]Además de legendario, Clelia también es un personaje histórico, pero no se sabe con exactitud si protagonizó una escapada a Roma para volver con Porsena posteriormente. La leyenda plantea dos contradicciones: Porsena ya estaba casado cuando sitió Roma (ca. 450 a. C.) y la República prohibía las estatuas ecuestres que debían rendir homenaje a los personajes más ilustres.
El legado
[editar]La figura de Clelia, junto con la de Cincinato, representaba los ideales de lealtad, valentía, humildad y sumisión a la honra que todos los romanos debían cumplir. Fue, si es verdadera su historia, una verdadera heroína que se sacrificó por su patria y que demostró la fuerza social que las mujeres ejercían en su época.
Véase también
[editar]Referencias
[editar]- ↑ LIVIO, Tito: Desde la fundación de la ciudad (Ab Urbe condita) II, 9, 1-4.
- ↑ DIONISIO DE HALICARNASO: Antigüedades romanas (Ῥωμαική ἀρχαιολογία) IV, 4, 1.
- ↑ PLUTARCO: Vidas paralelas; Publícola (Publicola), 16.
- ↑ Desde la fundación de la ciudad II, 10, 3.
- ↑ Antigüedades romanas V, 4, 5.
- ↑ Desde la fundación II, 12, 1.
- ↑ Antigüedades IV, 4, 13-15.
- ↑ Desde la fundación V, 12.
- ↑ Antigüedades V, 4, 16-19.
- ↑ a b VÍCTOR, Aurelio: Sobre hombres ilustres de Roma (De viris illustribus Romae) 12: Cayo Mucio Escévola (Caius Mucius Scaevola).
- ↑ Antigüedades V, 4, 9-11.
- ↑ Sobre hombres ilustres de Roma 11: Publio Horacio Cocles (Publius Horatius Cocles).
- ↑ Desde la fundación II, 13, 1-2.
- ↑ Desde la fundación II, 13, 4.
- ↑ Antigüedades V, 4, 27.
- ↑ Desde la fundación II, 13, 6.
- ↑ a b Sobre hombres ilustres 13: Clelia (Cloelia).
- ↑ Antigüedades V, 4, 29.
Enlaces externos
[editar]- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Clelia.
- Imágenes de Clelia en el sitio del Instituto Warburg.
- Clelia en el sitio del Proyecto Perseus.