Puede usarse positivamente en el contexto de una "solución política" que sea comprometedora y no violenta, o descriptivamente como "el arte o la ciencia del gobierno", pero a menudo también tiene una connotación negativa. Por ejemplo, el abolicionista Wendell Phillips declaró que "no jugamos a la política; la lucha contra la esclavitud no es una broma para nosotros". El concepto se ha definido de diversas maneras, y los diferentes enfoques tienen puntos de vista fundamentalmente diferentes sobre si debe usarse de manera extensiva o limitada, empírica o normativa, y sobre si el conflicto o la cooperación son más esenciales para él. La política es la ciencia del poder y la capacidad de una persona o un grupo de personas de influir sobre la voluntad de los demás aun estando en contra de su propia voluntad.
En la política se implementan una variedad de métodos, que incluyen promover las propias opiniones políticas entre las personas, negociar con otros sujetos políticos, hacer leyes y ejercer la fuerza, incluida la guerra contra los adversarios. La política se ejerce en una amplia gama de niveles sociales, desde clanes y tribus de sociedades tradicionales, pasando por gobiernos locales, empresas, instituciones modernas y estados soberanos, hasta el nivel internacional. En los estados nacionales modernos, la gente a menudo forma partidos políticos para representar sus ideas. Los miembros de un partido acuerdan adoptar la misma posición en muchos temas y aceptan apoyar proyectos de ley y sus líderes. Una elección suele ser una competencia entre diferentes partidos. Un sistema político es el marco que define métodos políticos aceptables dentro de una sociedad.
La ciencia política constituye una rama de las ciencias sociales que se ocupa de la actividad en virtud de la cual una sociedad, compuesta por seres humanos libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva.
La opinión pública es la tendencia o preferencia, real o estimulada, de una sociedad o de un individuo hacia hechos sociales que le reporten interés.
La opinión pública es un concepto de estudio de la ciencia política enmarcado dentro del área de la comunicación política. Y es que después de muchos intentos y de una larga serie de estudios, la experiencia parece indicar que la opinión pública implica muchas cosas a la vez, pero, al mismo tiempo, ninguna de ellas domina o explica el conjunto. Además, con el predominio de la tecnología, en una sociedad masificada el territorio de la opinión parece retomar un nuevo enfoque.
También es necesario considerar que la opinión pública tiene una amplia tradición como campo de estudio. Inclusive cuando se relaciona estrechamente con la democracia, se diferencia de esta. Es decir, la opinión pública constituye solo un sector dentro del amplio espectro de la comunicación pública.
Siendo el más joven de los cinco hijos de Enrique II y Leonor de Aquitania, no se esperaba que heredara territorios significativos desde el principio. Sin embargo, después de la rebelión fallida de sus hermanos mayores entre 1173 y 1174, Juan se convirtió en el hijo favorito de Enrique II. Fue nombrado señor de Irlanda en 1177 y recibió tierras en Inglaterra y en el continente europeo. Sus hermanos mayores —Guillermo, Enrique y Godofredo— murieron jóvenes; cuando su hermano Ricardo fue coronado rey en 1189, Juan era el presunto heredero del trono. Intentó infructuosamente una rebelión contra los administradores reales de su hermano, mientras este participaba en la tercera cruzada. A pesar de esto, después de que Ricardo I muriera en 1199, fue proclamado rey de Inglaterra y en 1200 llegó a un acuerdo con Felipe II para el reconocimiento de las posesiones inglesas en las tierras continentales angevinas mediante la Paz de Le Goulet.
Cuando estalló nuevamente la guerra con Francia en 1202, Juan logró victorias al inicio, pero la escasez de recursos militares y el trato dado a los nobles normandos, bretones y angevinos provocaron el colapso del imperio en el norte de Francia en 1204. Durante gran parte de la siguiente década el rey trató de recuperar estas tierras, aumentó las rentas de la Corona, reformó su ejército y reconstruyó alianzas continentales con enemigos de los franceses. Sus reformas judiciales tuvieron un impacto duradero en el sistema del common law anglosajón, además de proporcionar una fuente adicional de ingresos. Un pleito con el papaInocencio III condujo a la excomunión del rey inglés en 1209, una disputa finalmente resuelta por el propio Juan en 1213. En 1214 Felipe II derrotó al rey inglés y sus aliados en la batalla de Bouvines. A su regreso, muchos barones ingleses se sublevaron, descontentos con su política fiscal y su trato a la nobleza más poderosa de Inglaterra. Aunque tanto Juan como los barones acordaron la paz con la Carta Magna de 1215, ninguna de las partes cumplió con las condiciones. La guerra civil estalló poco después, con los barones ayudados por Luis VIII de Francia. Pronto el conflicto llegó a un punto muerto. A fines de 1216 Juan murió de disentería, contraída en una campaña en el este de Inglaterra. Su muerte apaciguó las tensiones entre los partidarios reales, lo que permitió a los partidarios de su hijo Enrique III continuar la guerra con nuevo impulso y vencer a los barones rebeldes y Luis VIII al año siguiente.
Los cronistas contemporáneos fueron en su mayoría críticos con la actuación de Juan como rey, tanto que su reinado ha sido desde entonces objeto de importantes debates y revisiones por parte de los historiadores desde el siglo XVI en adelante. El historiador Jim Bradbury resumió la opinión histórica actual de las cualidades positivas de Juan y observó que ahora es considerado un «administrador diligente, un hombre hábil y un general capaz».[2] No obstante, los historiadores modernos coinciden en que también tuvo muchos defectos como monarca; así, el historiador Ralph Turner calificó como «rasgos desagradables, incluso peligrosos de su personalidad» la mezquindad, el rencor y la crueldad.[3] Estas cualidades negativas sirvieron de inspiración para los escritores de ficción en la época victoriana y, por esto, Juan sigue siendo un personaje recurrente de la cultura popular occidental, principalmente como villano en películas e historias relacionadas con las leyendas de Robin Hood.
Además de ser considerado el teórico por excelencia del absolutismo político, en su pensamiento aparecen conceptos que fueron fundamentales del liberalismo, tales como el derecho del individuo, la igualdad natural de las personas, el carácter convencional del Estado (que conllevará a la posterior distinción entre este y sociedad civil), la legitimidad representativa y popular del poder político (al poder ser este revocado de no garantizar la protección de sus subordinados), etc.[10] Su concepción del ser humano como igualmente dependiente de las leyes de la materia y el movimiento (materialismo) sigue gozando de gran influencia, así como la noción de la cooperación humana basada en el interés personal.
↑Duncan, Stewart (2019). Zalta, Edward N., ed. Thomas Hobbes (Spring 2019 edición). The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Consultado el 2 de octubre de 2020.