Isla de la Luna
La Isla de la luna es una isla ubicada en el lago Titicaca en Bolivia, cercana a la Isla del Sol. Fue usada para sacrificar a las incas vírgenes más sexys hasta que los españoles decidieron invadir Sudamérica para sacrificar ellos mismos a las vírgenes mediante la lectura del santo evangelio.
Actualmente, carece de electricidad, servicio de hostels y habitantes, pero cada tanto aparecen personas dispuestas a venderles remeras a módicos precios a los turistas que se acercan a la isla. El único medio de acceder a la misma es en bote a motor tirado por manatíes. Anteriormente se podía ingresar con la peculiaridad de que para que se permitiera el acceso a la isa, debía sacrificarse una llama en el bote, pero esa práctica fue abandonada debido a que la mayoría de los turistas sufrían contunsiones craneales por impacto de pata de llama.
Historia
Desde un primer momento, fue usada como morada para las alegres vírgenes que morirían en pos de un bien superior, y para hacer puertas de piedra que no conducen a ninguna parte. Aquellas mismas puertas de piedra eran también llamadas templos Iñakuyu (eran tipos muy creativos con los nombres, hay que reconocerlo). Hasta el momento de los sacrificios la isla se encontraba únicamente poblada de mujeres, por lo que es coherente una actual teoría que postula que el feminismo estaba muy desarrollado en aquel sector de la sociedad, así como el lesbianismo, pudiendo haber sido esto último la principal causa del posterior adoctrinamiento por parte de los europeos horrorizados ante tal idea anti-cristiana.
Al ser expulsados los españoles, la isla quedó olvidada, hasta que quisieron retomar los sacrificios en 1980, pero eso fue declarado un acto inhumano por la UNESCO, la ONU y Ronald Reagan, por lo que unos setenta cultistas acabaron en la cárcel de Guantánamo. Aprovechando la ausencia de locos destripadores, iniciaron un boom turístico que prosigue hasta nuestros días, a pesar de que sus habitantes conforman la nueva liga de lesbianas y feministas.
Turismo
El flujo de turistas actualmente es muy elevado, siendo muchos quienes creen que la isla realmente tiene forma de luna y van allí simplemente por eso. Son los mismos que temen ir a la Isla del Sol por miedo a broncearse excesivamente.
Los nativos cuentan con un gran ingreso monetario en especial debido a la producción artesanal de remeras hechas con pelo de llama producidas masivamente en La Paz, así como a la venta a módicos precios de piedras espectaculares juntadas en la costa de la isla. La mayoría de las personas que deciden quedarse una noche en la isla son, en su mayor parte, temerarios, buscadores de tesoros, buscadores de fantasmas, Indiana Jones e idiotas que creen en historias de fantasmas que caminan por los bosques a la noche.
Curiosidades
- Actualmente, para recortar gastos, el gobierno de Evo Morales decidió que los botes encargados de llevar gente a la isla sean construidos por turistas fuertes, aceitosos y musculosos, que deberían pagarle a un guía para que les diga hacia donde remar.
- Para generar energía usan generadores basados en ruedas de ratones accionados por llamas.
- Dice la leyenda que hay llamas carnívoras.
- Si te encuentras una virgen, déjala, es un jodido fantasma.