Siguiente capítulo - Índice de El Salvador
A
partir de 1.932, en El Salvador se instauraron un Estado
y un ejército pretorianos cuya principal característica
es el papel protagonista y central de los militares en la
determinación de las reglas del juego político.
Este ejército ha tenido a lo largo del siglo XX una
evolución en el cual se pueden distinguir varias
fases:
2.9.
LA DICTADURA MILITAR. (1.930-1.944)
El
viejo orden civil oligárquico, roto por la crisis
económica de 1.930 y la siguiente movilización
política que culminó con la rebelión
y matanza de 1.932, fue restaurado como orden oligárquico
por militares conservadores. Cuando la hegemonía
económica, social y política de la oligarquía
cafetalera fue incapaz de mantener su dominación
dentro de un marco político formalmente liberal-democrático,
éste fue reemplazado por formas políticas
dictatoriales militares. La
dictadura personalista del General Maximiliano Hernández
Martínez fue así evolucionando hacia
el fortalecimiento de la institución militar como
el más poderoso aparato del Estado.
Maximiliano Hernández
La
dictadura del General Maximiliano Hernández Martínez
contó con el apoyo decidido de los sectores agrarios
tradicionales que contribuyeron al ascenso y consolidación
del estamento burocrático militar como fuerza cohesionante
del poder coactivo del sistema.
Los trece años de dictadura se caracterizan por un
Gobierno autoritario y paternalista en el aspecto social,
permitiendo a la clase dominante evolucionar hacia formas
más dinámicas y expansivas de producción
y explotación.
Muchos elementos del sector agrario comenzaron a pensar
desde el punto de vista de desarrollo industrial, en asociación
con comerciantes judíos y palestinos que, desde hacía
más de veinte años, se movían en El
Salvador en el terreno del comercio y de las finanzas privadas.
Estos cafetaleros advirtieron, además, que el tipo
de acumulación de capital basado exclusivamente en
el monocultivo tenía demasiados altibajos y que,
por tanto, había que diversificar la agricultura
mediante la introducción de los cultivos del algodón
y la caña de azúcar.
Los antiguos intermediarios en el beneficio y exportación
de café establecieron en consecuencia una alianza
con los terratenientes, alianza que pronto dio lugar a la
constitución de una nueva fracción de la clase
dominante, también ésta de origen agrario
pero, esta vez, dedicada esencialmente a la actividad financiera
e industrial.
En los últimos años de la dictadura, el sector
agro-industrial se convirtió en líder de los
movimientos político-militares que desembocaron en
la caída del General Hernández Martínez
en 1.944. La causa fundamental de estos movimientos la constituyó
el freno al desarrollo y expansión del capitalismo
que provocaba el autoritarismo del dictador y su énfasis
en el fomento exclusivo de la producción de café.
2.10.
EL MODELO CIVIL MILITAR. (1.944- 1.960)
El
general Hernández Martínez fue derrocado en
1.944 por un movimiento cívico-militar bautizado
"Movimiento del 44". La Junta
surgida de dicho movimiento fue, a su vez, derribada por
la "Revolución del 48"
que llevó a la presidencia al teniente coronel Oscar
Osorio. Bajo la inspiración del PRI mejicano,
Osorio fundó el Partido Revolucionario de Unificación
Democrática (PRUD) y su gobierno
se caracterizó por una política de fomento
del sector industrial y por la promoción de la integración
económica centroamericana. Estableció por
primera vez salarios mínimos, y dio inicio a un sistema
de seguridad social para los trabajadores industriales.
El
gobierno de Osorio finalizó en 1.956, después
de que ganara las elecciones el candidato del PRUD, coronel
José María Lemus. La campaña
electoral se caracterizó por la falta de garantías
democráticas, lo que impulsó a la oposición
a retirarse de la contienda dejando solo al candidato oficial.
Bajo el gobierno de Lemus, se construyeron importantes obras
de infraestructura que impulsaron aún más
el desarrollo del sector industrial.
Lemus
La fracción
agro-industrial-financiera, que sustentaba tesis capitalistas
más modernas y expansivas, logró en el período
1.948-1.960, redefinir el papel del Estado dentro de la
economía salvadoreña, en función de
sus intereses de clase, privilegiando de esta forma el desarrollo
industrial de base agrícola y desplazándose
a otros rumbos productivos no tradicionales hasta ese momento.
Los incentivos fiscales, la protección arancelaria
para importar maquinaria, el crédito amplio y refinanciable,
son algunos ejemplos de cómo el Estado liberal pasó
a intervenir en favor de este sector, a la vez que empezó
a proyectar y ejecutar un plan de infraestructuras, en el
que sobresalen el programa hidroeléctrico nacional,
la carretera del litoral y sus caminos de acceso, la construcción
del puerto de Acajutla y del aeropuerto de Ilopango, o el
Puente de Oro sobre el Río Lempa; obras que contribuyeron
a fortalecer un nuevo modelo capitalista de crecimiento
de una parte de la burguesía cafetalera salvadoreña.
Este
período, a diferencia del período anterior,
creó las bases de sustentación de la modernización
del capitalismo, que se consolidó en la década
de los sesenta con el auge del proceso de integración
centroamericana.
Entre 1.959 y 1.961, la fracción agraria de la burguesía
salvadoreña volvió a replantear la necesidad
de asumir la actividad agro exportadora como el eje principal
del crecimiento económico, entrando así en
contradicción con los intereses de la fracción
agro-industrial-financiera.
Esta contradicción marcó una nueva crisis
de hegemonía y forzó una progresiva cerrazón
del gobierno Lemus, inicialmente abierto, ante la lucha
social encabezada por la Confederación General de
Trabajadores (CGT) y la asociación
General de Estudiantes Universitarios (AGEUS),
todo lo cual determinó la caída del Presidente
Lemus (1.960) y su sustitución por una Junta de Gobierno
de moderada tendencia social que prometió celebrar
elecciones libres.
Siguiente
capítulo - Índice
de El Salvador