Se explican las bases fisiológicas de la amenorrea de la lactancia y se examina su importancia como método de control de la natalidad. El espaciamiento de los nacimientos tiene efectos importantes en la reducción de la mortalidad infantil, además de permitir que las madres recuperen su fortaleza y bienestar nutricional antes de otro embarazo. Cuando las madres no amamantan, el 50% de ellas podrían quedar embarazadas nuevamente a los 6-8 meses de postparto, pero cuando amamantar es la norma, pueden pasar 18 meses antes de que la mitad de ellas queden embarazadas. La duración media del amamantamiento es mayor que la duración de la amenorrea de la lactancia. Por ejemplo, en Perú la duración media del amamantamiento es de 15 meses, pero la de la amenorrea de la lactancia es de 6 meses. El efecto inhibidor de la ovulación que ejerce la lactancia depende de la intensidad, el tiempo total y la frecuencia con que mama el recién nacido. El amamantamiento, cada vez que quiere el bebé, día y noche, con una separación de madre e hijo que no sea más de 4-6 horas y que no permita la degradación del sistema de alimentación, ejerce el mayor impacto posible en la anticoncepción. El método de amenorrea de la lactancia para el espaciamiento de los nacimientos ha sido elaborado para los mujeres que amamantan, basado en conocimientos sobre la amenorrea de la lactancia. A las mujeres en los Estados Unidos que posiblemente no puedan amamantar intensivamente, se les aconseja que comiencen a usar un método anticonceptivo a partir de las 4-5 semanas del alumbramiento. Una reunión de consenso, celebrada en Bellagio, Italia, en 1988, tomó en consideración información procedente de 15 centros de investigación de todo el mundo antes de concluir que la lactancia se podía usar con un 98% de eficacia para la planificación familiar durante los primeros seis meses de postparto si la madre amamantaba exclusivamente y seguía amenorreica. Incluso cuando no se reúnen las tres condiciones, se proporciona cierta protección contra el embarazo.