Esta iniciativa, organizada por el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad junto con el Centro de Estudios Orteguianos de la Fundación Ortega y Gasset- Gregorio Marañón, tiene el objetivo de rendir homenaje a uno de los más grandes filósofos y ensayista en lengua castellana de todos los tiempos, y de la mano de su legado ofrecer la importante cultura taurina que atesora nuestra región, según ha explicado Victoria.
La estrecha relación que este filósofo español mantenía con la tauromaquia ha llevado a organizar esta exposición en la que los visitantes podrán recrear la curiosidad y el interés que el espectáculo taurino despertó en él, y que le llevó a mantener una estrecha relación de amistad con diestros como Juan Belmonte y Domingo Ortega, e incluso a ser capaz de lancear alguna becerra junto al pintor Ignacio Zuloaga y a torear 'al alimón' con Domingo Ortega, como revelan algunas imágenes de la exposición.
La exposición mostrará también las teorías de Ortega y Gasset sobre el origen del toro, y muy especialmente la intensa relación con el académico José María de Cossío, al que desde su exilio en Lisboa influyó para que emprendiera la gran labor de editar la Enciclopedia Cossío, una de las obras clave de la cultura taurina.
La muestra ha sido posible tras el acuerdo de colaboración entre la Comunidad de Madrid y la Fundación José Ortega y Gasset – Gregorio Marañón, quien ha prestado gran cantidad de fotografías, manuscritos y notas personales del filósofo, así como buena parte de su biblioteca taurina, en la que se encontraban obras de la valía de Antes y después de El Guerra, de F. Bleu escrito en 1914, y de una edición de la Tauromaquia o el Arte de Torear de Pepe-Hillo, publicada en 1894.
Su historia con la tauromaquia
José Ortega y Gasset fue uno de los más prestigiosos pensadores españoles del siglo XX. Fue su padre José Ortega y Munilla quien le inculcó su afición por el mundo de los toros, ya que fue crítico taurino y apoderado de toreros y editor y director del periódico El Imparcial, que fundó su abuelo. Esta atracción queda manifiesta en algunos escritos como el epílogo que preparó para la conferencia del torero y gran amigo suyo Domingo Ortega, El arte del toreo, y que luego fue publicado en el libro La caza y los toros, editado en 1962 por Espasa-Calpe, en su colección Austral.
Ortega y Gasset falleció en 1955, dejando sin concluir el proyecto literario sobre la tauromaquia titulada Paquiro o de las corridas de toros, revelada en las numerosas notas de trabajo y en diversas tarjetas y papeles, que tomó a lo largo de su vida. Además, el filósofo dejó para la historia una frase que resume su pensamiento respecto a la influencia de la tauromaquia en la sociedad española: "La historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda”.
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